El colonialismo europeo costó la vida de al menos 70 millones de los aproximadamente 80 millones de indígenas de América. En la trata transatlántica de esclavos, 12 millones de personas fueron desarraigadas y convertidas en mercancías. El saqueo de las colonias, sus materias primas y metales preciosos, adquirió proporciones gigantescas entre los siglos XVI y XX. La dominación de los blancos sobre los demás se justificó con ideologías racistas. Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con nosotros, hoy en Kassel?

Kassel es también un lugar profundamente enredado en la historia del colonialismo alemán. El anatomista Samuel Thomas Soemmering desarrolló aquí una teoría del "racismo científico", la fábrica Henschel fabricaba raíles y trenes ferroviarios que transportaban soldados coloniales y materias primas, y en el invernadero se celebraban exposiciones coloniales.

Este legado histórico no es inmediatamente visible en el paisaje urbano actual. Sin embargo, para un enfoque responsable de la historia es importante volver a hacer visibles las huellas del dominio colonial, como las ubicaciones de las tiendas y exposiciones de artículos coloniales, los centros de formación de agricultores coloniales y los experimentos raciales en investigación.

La iniciativa cassel postcolonial organiza desde 2015 paseos postcoloniales por la ciudad e invita a conocer Kassel de una forma nueva. El objetivo es establecer conexiones entre el papel de Kassel en el colonialismo histórico y nuestra vida cotidiana actual y observar cómo Kassel se entrelaza con los desarrollos sociales globales. Para ello, es preciso analizar críticamente las relaciones de poder, las rutas comerciales y la arquitectura, y tomar en serio tanto su historia como su presente.

ES