El taller aborda los enredos coloniales y el sufrimiento colonial inscritos en las historias familiares, visibles por ejemplo en el trabajo misionero, la propiedad de plantaciones en las colonias alemanas o la emigración colonial de colonos a las Américas. El objetivo es sacar a la luz estas historias coloniales tan personales y reflexionar sobre lo que esto significa para la propia identidad, el compromiso y la cultura del recuerdo. ¿Cómo está ligada su liberación a la mía?

El examen de la participación de la propia familia en el dominio colonial ha sido hasta ahora un espacio en blanco en la labor educativa. Mientras que en la actualidad se reflexiona ampliamente sobre la perpetración nazi y se dispone para ello de conceptos como el trabajo biográfico, el estudio de archivos, la educación en lugares conmemorativos o el tratamiento transgeneracional del trauma para hijos y nietos de guerra, apenas se ha observado hasta la fecha un enfoque crítico similar de la historia familiar colonial. Una forma de volver a hacer visibles estos recuerdos enterrados y de acercarse a la responsabilidad histórica es revalorizar las historias de emigración a Canadá y Estados Unidos. Es importante examinar quién emigró en el propio árbol genealógico y hasta qué punto la supuesta historia de éxito del proverbial "tío de América" estuvo también vinculada a la apropiación y mercantilización de la tierra, la destrucción de ecosistemas mediante la colonización, la agricultura y la caza, y el ulterior avance de la colonización mediante proyectos de infraestructuras como la construcción de ferrocarriles.
El taller invita a los participantes a comprometerse con su propia historia familiar colonial. A partir de la historia cómica "Todo queda en familia", se presentarán estrategias de investigación, formatos narrativos y formas de asumir el pasado. Se invitará a los participantes a trabajar en sus biografías y a realizar sus propias investigaciones utilizando diversos formatos de intercambio.

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